España podría convertirse en la puerta de entrada de gas para toda la Unión Europea

8 de abril de 2014 | TEINTERESAESEnergía

La Unión Europea sabe que si deja de depender del gas ruso, el Kremlin tendrá menos poder sobre el bloque en materia energética. Aunque tanto la alta representante de la UE para Política Exterior, Catherine Ashton, como el secretario de Estado de EEUU John Kerry lo han entendido y han reconocido recientemente que deben reducir la dependencia energética de Rusia para evitar que “la energía se use como arma política”,  la opción que han propuesto podría no solucionar ni el problema de Ucrania ni el del resto de Europa.

La propuesta de Kerry y Ashton es facilitar la obtención de gas natural para Ucrania a través de Polonia y Hungría desarrollando una ruta a través de Eslovaquia. Esta ruta es la que han elegido los líderes de la UE y EEUU porque es el único gasoducto con capacidad de transportar gas en las dos direcciones ya que «los gasoductos no son reversibles», según ha explicado a Teinteresa.es el director del programa de Energía y Cambio Climático del Real Instituto Elcano, Gonzalo Escribano.

La mayor parte de los gasoductos de Ucrania, construidos desde Rusia, sólo permiten el paso de gas de este a oeste. La vía que pasa por Hungría y Eslovaquia, sin embargo, sí es reversible y permitiría el paso del gas de oeste a este. No obstante, ante esta coyuntura, Escribano recuerda que aunque la dirección del gas sea opuesta, éste podría provenir de Rusia, ya que tanto Polonia, como Hungría o Eslovaquia dependen en gran medida del gas ruso. “Si Rusia considera que el gas que se está enviando a Ucrania es suyo, se puede involucrar en una disputa comercial con Europa”, explica Escribano. En cualquier caso, esta medida podría ser provisional para que Ucrania pudiera ir almacenando gas y pudiera mantener sus reservas a corto plazo, pero no sería una solución para al país.

La segunda opción propuesta por Kerry fue el desarrollo del corredor sur de gas para que a Europa pudiera entrar gas procedente de Azerbaiyán. En este sentido, Escribano también expresas sus críticas. “Hay que diversificar el suministro y evitar el monopolio. Acudir a las reservas de gas del Caspio no es una buena idea porque Azerbaiyán y Turkmenistán están en la frontera con Rusia”, sostiene Escribano. Enfocándose en esta medida, aunque Ucrania dejara de depender directamente de Rusia, el suministro energético seguiría siendo vulnerable a la presión del Kremlin.

España, acceso de GNL para toda la UE

Las propuestas de la UE y EEUU que sí tienen cabida para evitar seguir dependiendo del monopolio gasista ruso ha sido la de construir nuevas terminales de gas licuado. Y es aquí donde España tiene la oportunidad de convertirse en la puerta de acceso de gas para todo el territorio europeo.

PGL

“En España tenemos instalaciones de gas natural licuado (GNL) y podemos traer gas de todas las partes del mundo”, explica Escribano, ya que cuenta con plantas de regasificación en al menos seis puntos del país: A Coruña, Bilbao, Barcelona, Port de Sagunt, Cartagena y Huelva. A estas hay que añadir la planta de Sines, en el sur de Portugal. Esto permite que el GLN, que sólo se puede transportar en barco, llegue a estos diferentes puntos y pueda ser manipulado para su traslado a través de los gasoductos.

La mayor parte del gas llega al país desde Argelia, mientras que el resto procede de Nigeria, Trinidad y Tobago, Qatar y Perú. Dada la cantidad de gas que entra en el país, España podría suministrar a toda la Unión Europea. Para ello, el país “tendría que proponerse para ayudar y ejercer la solidaridad a los países miembros de la UE” y “mejorar las interconexiones con Francia”.

En este sentido, según la Comisión Nacional de Energía, sostiene que la próxima ampliación de las interconexiones con Francia proporcionará mayor flexibilidad en el suministro de gas desde España hacia los mercados europeos. No obstante, esta ampliación no finalizará, como pronto, hasta 2015. Estas dos medidas favorecerían la diversificación del suministro y permitiría, paulatinamente y a largo plazo, que Europa dejara de depender energéticamente de Rusia. “Pero hay que empezar ya, porque el largo plazo empieza mañana”, explica Escbribano.

¿Podría España suministrar a Ucrania?

Escribano hace hincapié en que no existen soluciones a corto plazo, y mucho menos para Ucrania, dada su excesiva dependencia del gas ruso. ¿Pero podría España contribuir a largo plazo a favorecer la diversificación y  llegar a suministrar gas hasta Ucrania? Escribano asegura que es posible, pero no hoy.

“EL GNL se transporta en barcos metaneros —unos buques especiales que trasladan el gas a presión atmosférica y a temperaturas muy bajas—, pero estos barcos no pueden pasar por el Bósforo”, asegura Escribano. Para poder recibir GNL tendrían que construir, por un lado,gasoductos para su transporte; y por el otro, plantas de regasificación. Con todas estas instalaciones, Ucrania podría importar desde el Báltico, desde Grecia, Qatar, Tobago o Argelia. ¿Cuál es el problema? Que es mucho más caro.

Escribano explica que para que Ucrania dejara de depender de Rusia tendría que pagar un coste muy alto pero, a largo plazo, sería la única solución. Con unas infraestructuras nuevas además, Ucrania podría jugar con los precios del gas y optar por el mejor ofertante. En este sentido, si Ucrania compra gas a cualquier exportador a un precio más elevado, puede forzar a Rusia a que le reduzca los precios. En estas circunstancias y dado que los gasoductos que unen Rusia a Ucrania ya están construidos, Moscú puede bajar su precio incluso por debajo del nivel de competencia.

Todas las soluciones, tanto para Ucrania como para el resto de Europa, dependen principalmente del factor económico. Pero a largo plazo, la construcción de infraestructuras es la única opción que permite la independencia energética de todo el continente con Rusia. Así, el suministro podría diversificarse a otros mercados como el de Argelia o Qatar, e incluso al de Irán una vez que se levanten las sanciones impuestas por EEUU.

Mejora de interconexiones y exportación de energías renovables

Las interconexiones de España con Francia son uno de los principales problemas que Escribano considera a la hora de poder mostrar la capacidad de España como ruta de paso energética. En este sentido, el director del proyecto de Energía del Instituto Elcano ha criticado la escasa atención que se muestra a los corredores de gas intraeuropeos, algo que además dificulta la integración de las energías renovables.

“Una mejora de las interconexiones con Francia favorece la exportación de las renovables, una energía que Rusia no puede cortar”, añade Escribano. De esta manera y aunque sean consideradas más caras, se podría eliminar la vulnerabilidad energética ante Rusia.

Asimismo, Escribano sostiene que Estados Unidos debería considerar la exportación de su gas de esquisto o de pizarra a la Unión Europea con el objetivo de ejercer presión sobre Rusia, “una medida que la UE debería aprovechar”.

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